Reflexiones tras el mensaje de León XIV.
Al cerrar el primer trimestre y ver el bullicio de los festivales y las luces de colegios y calles, me pregunto cuánto de lo que hacemos es inercia y cuánto es autenticidad. Tras cuatro décadas dedicado a la educación católica, he aprendido que el corazón del alumno (y el del maestro) no se conforma con ritos vacíos; busca, desesperadamente, coherencia.
El reciente mensaje del Papa León XIV sobre una "Navidad con sentido" no me ha parecido una exhortación más. Lo he leído como una hoja de ruta para quienes, como tú y como yo, tenemos la responsabilidad de liderar o asesorar comunidades educativas.
El pesebre: una lección de gestión humana
León XIV nos recuerda que Dios elige la periferia para nacer. En nuestra labor directiva, esto es una llamada directa: ¿Dónde ponemos nuestra mirada? A veces, la gestión diaria nos absorbe en lo administrativo, pero la Navidad con sentido nos obliga a volver a lo esencial: la persona.
Ese alumno que camina cabizbajo por el pasillo o ese docente que siente el peso del agotamiento al final del año, ellos son nuestro pesebre hoy. La coherencia institucional empieza por la empatía personal.
Educar en la sobriedad en tiempos de exceso
Uno de los puntos que más me ha resonado de las palabras del Papa es su invitación a la sobriedad compartida. En un entorno de colegio concertado, a menudo nos movemos entre familias con realidades muy diversas. Nuestro testimonio debe ser un puente:
* Menos estética, más ética: Que nuestros adornos no brillen más que nuestras acciones solidarias.
* La escucha como regalo: El Papa habla de la "sed de los jóvenes". Quizás el mejor regalo de Navidad que podemos dar como asesores, directores y maestros no es un discurso, sino un espacio de silencio y escucha activa.
Mi compromiso para este año
Después de tantos años, podría parecer que ya lo he visto todo. Pero la Navidad tiene esa capacidad de hacernos sentir "maestros aprendices". Este año, inspirado por León XIV, quiero que mi presencia en mi familia y trabajo sea menos "directiva" y más "evangélica". Quiero que mi despacho tenga las puertas abiertas no solo para los expedientes, sino para los corazones que necesitan consuelo.
"La Navidad no es un recuerdo del pasado, sino una urgencia del presente." — Esta frase resume mi sentir tras leer al Santo Padre. No celebramos un cumpleaños, celebramos que la Luz sigue queriendo encenderse a través de nuestra coherencia diaria.
Feliz Navidad a todos los que hacéis de la educación un acto de esperanza. Que este 2025 nos encuentre siendo, más que nunca, auténticos.

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