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Mostrando entradas de diciembre, 2012

Comunicación y colaboración con las familias para promover el esfuerzo escolar de sus hijos

Muchas familias asumen como un valor positivo la necesidad de promover el esfuerzo escolar en sus hijos, pero mantienen actitudes y creencias que no lo favorecen. Los profesionales de la educación, en todos sus ámbitos, estamos comprometidos a transmitir mensajes coherentes que desarrollen prácticas correctas al respecto. La perspectiva que nos ofrece el día a día de nuestro trabajo, como profesionales de la orientación educativa, nos permite analizar el gran mosaico de modos con que los padres y madres abordan la educación de sus hijos en general y la promoción del esfuerzo en particular.

Aprendizaje del esfuerzo

Del mismo modo que la insistencia en el aprendizaje de los contenidos tiende a dejar en un segundo plano la formación de las actitudes y el dominio de los procedimientos, la valoración excesiva de la espontaneidad suele restarle importancia al valor del esfuerzo personal en el proceso educativo. En todas las etapas de la enseñanza, pero especialmente en la educación infantil, es necesario tener muy en cuenta que la capacidad de esforzarse también se aprende y que puede potenciarse si se emplean las  estrategias adecuadas.

El tiempo del directivo

1.- EL TIEMPO COMO RECURSO LIMITADO           El tiempo es el recurso indispensable para cualquier acción. Trabajar, descansar, divertirse, viajar, formarse, ... todo requiere tiempo. Los objetivos personales requieren, para ser alcanzados, la realización de determinadas actividades que exigen, a su vez, tiempo.           Pero el tiempo es limitado y no puede lograrse una cantidad extra. No cabe comprarlo, ni ahorrar lo que nos sobre. No puede almacenarse para más tarde. No puede pedirse prestado . La falta de tiempo es una sensación frecuente . El que tenemos se consume de manera inexorable; y ya no hay más. De ahí que el modo de utilizarlo sea absolutamente decisivo.           Todos disponemos exactamente del mismo tiempo; pero nunca resulta suficiente. Todo el mundo nos solicita un poco de nuestro tiempo. Pero no hay horas bastante...