El Diablo rinde cuentas

IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Capítulo 3 de EL DIABLO RINDE CUENTAS, Editorial deauno.com Buenos Aires. junio 2007. Autor : José Gil Llorca.
Cómo todos ustedes saben, hemos conseguido introducir a través de numerosos agentes en distintos puestos claves de organizaciones internacionales como la ONU, la OMS, FAO, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, etc., la Ideología de Género. Llevamos años centrando nuestros esfuerzos en una gran difusión. En primer lugar hay que seguir empeñándose en hablar una y otra vez de "género". Muchos ya utilizan con normalidad esta palabra sin saber que detrás de la palabra está toda una ideología que podrá destruir la imagen del Enemigo impresa en el ser humano creado como varón y mujer para formar una comunión de amor fuente de vida.
A través de esa difusión estamos intentando y logrando persuadir a muchos de los siguientes puntos:
El género no es igual ni equivalente a "sexo". Aparentemente muchos piensan que se trata tan solo de una simple palabra con la que referirse al sexo, pero nada más alejado de la realidad. "Género" es algo más amplio, mucho más amplio. De momento no podemos negar que biológicamente la persona humana es sexuada y no hay más posibilidad de que sea varón o mujer. Digo de momento porque ya conseguiremos que esto no esté tan claro. Pero por ahora sería demasiado intentar convencer a la gente de algo que resulta tan evidente. En fin, todo se andará. Pero por el momento nos serviremos de la palabra "género" para indicar que con ella nos estamos refiriendo a los roles o papeles que culturalmente se les ha asignado a las personas, y que por ser culturales son relativos y no son algo fijo sino que están sujetos a cambio. Y desde luego deben de cambiar porque hemos de convencer a los humanos de que por el momento la situación es totalmente injusta para la mujer.



El "género" sería por tanto más amplio que el sexo. En vez de dos posibilidades, varón y mujer, tendríamos muchas más, como la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad, el transexualismo y otras posibilidades de muy variado tipo.
Hay que insistir en que la sexualidad es "polimorfa" y que no tiene nada que ver con la generación. Igualmente hay que insistir en que la tendencia heterosexual, el que el varón se sienta atraído hacia la mujer y la mujer hacia el varón no es algo que tenga que ser así de forma natural. Hemos de insistir en que tan natural es la heterosexualidad como la homosexualidad. Más adelante conseguiremos también el reconocimiento de algo natural de la pederastia, el bestialismo y todo tipo de perversión sexual. Hay que insistir en que todo lo que produzca placer debe ser aceptado, fomentado y de ningún modo impedido.
Es más, hay que alcanzar la meta de que la heterosexualidad se considere como la forma más "primitiva" y menos original de satisfacer el deseo y el placer sexual. Más adelante pasaremos a prohibirlo, pero para eso aún falta un poco. Primero hemos de lograr que se pongan en igualdad de valoración tanto la relación heterosexual como cualquier otro tipo. Después, poco a poco, iremos primero despreciando y ridiculizando la tendencia heterosexual para terminar por prohibirla. Y, por supuesto, habrá que censurar y perseguir a los que intenten mantener tan "primitivo" modo de procurarse el placer sexual.
Hay que fomentar por ello todo lo que pueda dar la impresión de que la naturaleza esclaviza al hombre y que gracias a la técnica llegará el día, ya cercano, en que la generación no sea necesaria llevarla a cabo de forma tan primitiva como el ayuntamiento de un macho y de una hembra, sino que se hará de modo aséptico, higiénico, seguro y técnico en los laboratorios estatales según la demanda que exista. Tratamos de que la raza humana piense que la naturaleza es algo que le coarta su libertad. Es importante fomentar las operaciones de cambio de sexo. En definitiva es tratar de convencerse de que uno es el que decide sobre su sexualidad y su cuerpo sin que se le imponga nada. Será estupendo que los humanos se rebelen contra el hecho de que nadie haya contado con ellos para hacerla s varones o hembras y por tanto, habrá que darles la libertad de que ellos mismos decidan qué quieren ser y cómo quieren ser. Hay que avanzar mucho más en todas las experimentaciones genéticas que posibiliten toda esta tendencia que hemos de consolidar.
Disponemos de todo un arsenal de expresiones que se deben difundir. Indicamos ahora algunas de las más importantes:
Hegemónico. Con esta expresión queremos indicar que la sociedad está admitiendo como natural un comportamiento -el heterosexual- como si fuera lo propio de la persona humana. Pero hay que convencerles de que eso no es así. Lo que ocurre es que se ha impuesto "hegemónicamente", es decir, casi por imposición el pensar eso. Pero en realidad cualquier otro modo de obtener placer sexual es tan válido como la relación heterosexual. Hay que acabar con ciertas conductas que se mantienen generalizadas por imposición hegemónica.
Deconstrucción. Con esta expresión nos referiremos a la necesidad de destruir toda una serie de ideas y expresiones contrarias a nuestra nueva ideología de "género". Convenceremos a los humanos de que está tan extendido el pensamiento "hegemónico" que para contrarrestarlo y no discriminar a todas las otras legítimas opciones de cualquier tipo, habrá que fomentarlas, difundirlas e incluso subvencionarlas. ¡Basta ya del modelo de pareja varón-mujer! Eso, hay que convencerles, no es más que una idea que se nos ha impuesto. Y esto último lo expresaremos recurriendo a la palabra siguiente.
Patriarcado. Se trata de expresar y convencer a los humanos de que la mujer ha sido y sigue siendo explotada y oprimida por una cultura y una sociedad machista. La mujer debe de rebelarse contra la opresión del hombre y terminar de una vez por todas con su esclavitud. Para ello deberá liberarse en primer lugar de sus limitaciones que le han sido impuestas por la cultura. La mujer -hemos de insistir en esto especialmente- deberá liberarse de su naturaleza. ¿Por qué tiene que ser ella la que de a luz a los niños? ¿Por qué tiene que ser ella la que tenga principalmente que cuidar de ellos? Mientras la mujer no se libere de su maternidad no podrá sacudir el yugo de la opresión por parte del hombre. No se trata, como ustedes comprenderán, de que la mujer tenga las mismas opciones y posibilidades del hombre en la sociedad, que se le reconozcan los mismos derechos a participar en todos los ámbitos de la vida pública, etc. Eso es totalmente insuficiente y es un feminismo pasado de moda y poco radical. Lo que hay que lograr es que la mujer se rebele por el hecho de ser mujer, es decir, que se rebele contra la naturaleza que le impone entre otras, las cargas y la esclavitud de ser madre. También aquí habrá que proceder en un principio astutamente pidiendo primero el derecho de las mujeres a verses libres de la carga de la maternidad para pasar después a obligar a las mujeres a que no ejerzan de ningún modo la maternidad. Si se permitiera eso muchas mujeres optarían por ser madres y por cuidar a sus hijos. Hay que convencer a los responsables de los gobiernos de que eso retrasaría la liberación de la mujer. Y que muchas mujeres optarían por eso de modo condicionado por la cultura y su estrechez de pensamiento, pero que si fueran suficientemente libres e inteligentes optarían por renunciar a lo que las esclaviza: la maternidad. Y ya que ellas no son capaces de hacer por sí mismas tal renuncia, el Estado, por su propio bien deberá de tomar la decisión correcta por ellas.
Orientación sexual. Cuanto antes logremos que se reconozca como un derecho fundamental mejor. Ya lo hemos intentado aunque no hemos tenido éxito. Pero si se sigue insistiendo muy pronto contaremos entre los derechos humanos fundamentales con el de libre ejercicio y elección de la orientación sexual. Que cada uno elija aquello hacia 10 que quiere dirigir su placer sexual y la forma de obtenerlo sin-que nadie pueda impedírselo o reprochárselo. Luego daremos un paso más. Cualquiera que se oponga a la libre orientación sexual, ya sea expresando su disconformidad o desaprobación estará actuando en contra de los derechos humanos y de la Democracia convirtiéndose así en un peligro que habrá que erradicar.
Fundamentalismo religioso. Cada vez hay que sacar más partido de esta expresión. Pronto habrá que identificar toda religión con el fundamentalismo, de modo que cualquiera que practique una religión se convierta automáticamente por ello en fundamentalista. Otro paso que será importante dar es identificar cuanto antes el fundamentalismo religioso con la Iglesia Católica, de modo que los humanos identifiquen cuanto antes y de forma automática fundamentalismo con catolicismo. Y hay que hacer ver que el peligro de la humanidad proviene sobre todo del fundamentalismo religioso, es decir, de la Iglesia Católica. De momento la gente tiende a identificar fundamentalismo religioso con los musulmanes y el terrorismo islámico. Hay que conseguir cambiar eso. Nuestro principal enemigo es la Iglesia Católica. Aprovechen cualquier incidente por mínimo que sea para atacar de violentos fundamentalistas a los católicos. Podemos acusarlos de incitar a la violencia contra los homosexuales por no aceptar el comportamiento homosexual y decir que los actos homosexuales son moralmente malos.
Homofobia. Este es un insulto que hemos de arrojar sobre todo a los católicos que no aprueben la moralidad de las relaciones homosexuales. Ya hay muchos que están sucumbiendo ante el temor de ser tachados de homofobia o insultados como homófobos. Ante eso estamos consiguiendo que muchos incautos católicos piensen que nadie se debe de meter en la vida sexual de los otros. Y más aún, estamos logrando que lleguen a considerar que el simple hecho de dar su opinión sobre lo que ellos consideran una relación lícita y racional es ya de por sí un ataque a los que opinan de modo contrario. De forma que quien no se manifiesta claramente a favor de la homosexualidad pasa a ser de inmediato considerado como un incitador al odio, un fundamentalista peligroso, alguien que no es plural, que margina, un intransigente, un grave peligro para la sociedad.

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