¿Qué sentido tiene celebrar el DOMUND en un colegio católico?
¿Cómo despertar en los alumnos la conciencia misionera sin caer en la rutina?
¿Qué pasos concretos puede dar un centro educativo para vivirlo como auténtico tiempo de gracia?
1. El DOMUND como parte de la identidad de un colegio católico
El Día Mundial de las Misiones (DOMUND) no es una campaña más: es una llamada de la Iglesia universal a vivir la vocación misionera que todo bautizado ha recibido. En un colegio católico, celebrar el DOMUND significa situar a los alumnos frente a una pregunta clave: “¿qué puedo dar yo para que el Evangelio llegue a todos los rincones del mundo?”.La misión no es exclusiva de los que viajan a tierras lejanas, sino de cada cristiano que, desde su vida cotidiana, es enviado a anunciar la Buena Noticia. Por eso, en el colegio, el DOMUND se convierte en un ejercicio de educación en la fe, en la solidaridad y en la apertura al mundo.
2. Plan de acción para celebrar el DOMUND en un colegio
a) Sensibilización previa
- Campaña de comunicación interna: carteles, vídeos y mensajes en redes del colegio con el lema del año.
- Oración diaria en la mañana: incluir intenciones misioneras en el rezo.
b) Formación y conciencia misionera
- Tutorías temáticas: dinámicas que expliquen qué es la misión y quiénes son los misioneros.
- Testimonios: invitar a un misionero o proyectar un vídeo con su experiencia real.
- Lecturas en clase de religión: textos bíblicos sobre la misión de los apóstoles
c) Gestos concretos de compromisos
- Colecta solidaria: organizada con creatividad (carrera solidaria, mercadillo, desayuno misionero).
- Cadena de oración: que cada clase se comprometa en un día concreto a rezar por los misioneros.
- Mapa misionero en el colegio: señalar en él los lugares donde hay misioneros conocidos.
d) Celebración comunitaria
- Eucaristía misionera con toda la comunidad educativa.
- Envío simbólico de los alumnos: entregar una cruz o pulsera que recuerde su ser “enviados”.
3. Conclusiones pastorales
Celebrar el DOMUND en un colegio católico no es una actividad opcional, sino una forma de recordar que la educación cristiana está llamada a formar discípulos misioneros.
- La misión ensancha el corazón de los alumnos, abriéndolos a la universalidad de la Iglesia.
- La colecta no es solo dar dinero: es aprender a compartir desde la fe.
- La oración por los misioneros es un modo sencillo de enseñar a los niños que la Iglesia se sostiene con la fe de todos.
En definitiva, el DOMUND es un espejo en el que nuestros alumnos pueden descubrir que el Evangelio no se guarda, se comparte. Y que cada uno, desde su edad y circunstancias, puede ser protagonista de esa gran misión que Jesús confió a su Iglesia: “Id y anunciad el Evangelio a todas las gentes”.
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