El término motivar tiene su origen en la palabra latina "motus" que significa movimiento y referido al hombre, agitación del espíritu y sacudida. Cuando hablamos de motivación nos encontramos con varios términos muy semejantes. Es oportuno que distingamos entre necesidades y motivos. Las necesidades son carencias del organismo producto de ciertos estados de privación. Los motivos son aspectos de carácter ambiental o cognitivo que dirigen la conducta.
Plan de acción
1.- Cuidamos que no hayan carencias en una alimentación equilibrada y en el sueño.
2.- Usamos el incentivo y el afecto de forma correcta
3.- Despertamos el instinto de curiosidad y autoafirmación.
4.- Incentivamos a que se ponga en marcha una fuerza interna -el impulso- mediante el diálogo para la restauración de carencias internas.
5.- Realizamos asociaciones entre estímulos y respuestas para dirigirse a una meta
6.- Le damos importancia a la estimulación externa como desencadenante de la conducta, es decir a los incentivos. La característica de una conducta motivada es la de acercamiento o alejamiento del incentivo.
7.- Tenemos en cuenta la ley del efecto ya que las conductas que tienen como consecuencia una situación de placer, tienden a repetirse. El refuerzo positivo es suficiente para explicar el mantenimiento de una conducta.
8.- Buscamos modos de aplicar la motivación de logro sabiendo que la tendencia a la acción viene definida por la siguiente fórmula: O= MxExI. Donde: O= objetivos; M= motivos; E= expectativas de éxito en conseguir el objetivo; I= valor del incentivo
9.- Asignamos tareas de dificultad media pues son las que más motivan, ya que en ellas, las expectativas de éxito son máximas.
10.- Estudiamos todo lo que puede influir en la conducta - teoría de la atribución- interpretando con serenidad los hechos que nos rodean y las acciones de los demás.
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