
Los propietarios de una empresa familiar están ligados por vínculos morales y emotivos muy intensos, por el hecho de ser miembros de una misma familia. Además, los miembros de la familia propietaria no sólo tienen derechos sobre la EF, también tienen deberes para con la empresa y hacia los demás miembros de la familia.
Un lógico ejercicio de DEBERES pasa inexorablemente por recabar información precisa sobre la marcha de la empresa y cuando no hay más remedio corregir sin ofender a miembros de la familia instalados en la pillería u ofuscados por intereses egoistas donde la manipulación campa a sus anchas.
La auténtica riqueza de una empresa familiar proviene de la conciencia de ser propietario de algo común, no de algo individual -todo para mí- De aquí que se pueda afirmar que una ACTITUD DE INDIFERENCIA hacia algunos miembros de la familia, necesiariamente ha de producir daños en la actuación y supervivencia de las empresas familiares. Si alguién se atreviese a decir delante de empleados: "vuestros puestos se garantizan si un sólo miembro de la familia controla todo y tiene todo" es simplemente una actitud suicida.
Toda persona con un mínimo de sentido común sabe que el buen funcionamiento de una empresa familiar solo es posible si todos y cada uno de sus miembros se esfuerzan por vivir EN UNIDAD Y CON COMPROMISO. Estas son las únicas dos fuerzas diferenciales de las buenas EFs, pues sólo así la empresa que poseen, llegará a cumplir con la función social que le es propia.
Termino con un deseo: Ojalá en la actuación de las personas que tienen el control de una EF, la búsqueda del bien común prime sobre la búsqueda de intereses particulares.
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