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¿Cómo puedo desarrollar la voluntad de nuestros hijos? Algunas ideas


  1. Evitar adjudicarse el papel de ”esclavo” de los hijos. Para ello seles ha de enseñar, ya desde la cuna, a ir asumiendo sus responsabilidades. Responsabilidades que van desde coger el biberón con sus propias manos, hasta gestionar sus matrículas pasando por llevar su cartera.

  2. Ayudarles a ser autosuficientes. Al principio, con la ayuda y orientación de los adultos, de la misma manera que les prestamos nuestros brazos y manos para que aprendan a andar hasta que son capaces de hacerlo por si mismos.

  3. Enseñarles a calibrar adecuadamente el coste de las demandas que conlleva la sociedad de consumo y a ser críticos con las necesidades que genera.

  4. Aprovechar cualquier momento para destacar explícitamente el esfuerzo que hay detrás de los logros. Por ejemplo, ante el triunfo de un deportista famoso, resaltar las horas de entrenamiento y dedicación necesarias.

  5. Inculcarles a los niños que no todo es de usar y tirar. Que cuando un juguete se rompe no se sustituye por otro, siempre se puede arreglar y aprovechar.

  6. Acostumbrarles a que adquieran compromisos y exigirles su cumplimiento, enseñándoles previamente a establecerse metas realistas. Por ejemplo, si el niño dice “voy a estudiar 5 horas todos los días” concienciarle de la dificultad de cumplirlo, haciendo que se comprometa a un tiempo de estudio apropiado a su edad y exigir su cumplimiento. O que no se puede apuntarse hoy a pintura y mañana a judo porque ya no le gusta o le cuesta trabajo.

  7. Enseñarles, a través del modelo de nuestro comportamiento, a superar con humor las situaciones frustrantes.

  8. Entrenarles para poder tomar sus propias decisiones. Con los más pequeños darles opciones sencillas ¿Vamos al cine o al parque? que progresivamente se irán haciendo más complejas. En cualquier caso, enseñarles a asumir las consecuencias que se derivan de sus decisiones.

  9. Promover su generosidad procurando que compartan, regalen y participen en actos solidarios. Ayudarles a controlar sus impulsos para que sean capaces de demorar las gratificaciones y tolerar la frustración, para ello proponemos:
  10. No ceder enseguida a sus caprichos. Demorar la satisfacción de sus deseos.

  11. Anticiparles los momentos gratificantes. “Mañana iremos al Parque de Atracciones”, ”Este verano pasaremos las vacaciones en la playa y vamos a hacer…”

  12. Hablar con ellos sobre el futuro y favorecer que se trancen algún pequeño proyecto a medio-largo plazo: comprarse algún capricho con su paga, invitar a sus amigos…

  13. Favorecer la realización de colecciones o cualquier afición que suponga esfuerzo y perseverancia.
    Dosificar los regalos, asociarlos a algún mérito propio.

  14. No permitir que dejen las cosas sin acabar. Si comienzan un juego o una tarea, deben acabarla antes de pasar a otra.
  15. Mostrarse pacientes y constantes con ellos. La paciencia es el soporte esencial de la voluntad, si no somos capaces detenerla nosotros, mal se la vamos a enseñar.

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