El presente ensayo tiene como punto de partida varias premisas. En primer lugar la educación cuando se aborda desde los conocimientos de las neurociencias progresa sustancialmente. También se considera que la nueva ciencia MBE (Mind, Brain and Education) no surge de la mera colaboración entre psicología, neurociencia y educación, sino que se construye sobre ellas. Por último, se constata en los trabajos científicos que la neuroimagen funcional es el mejor ámbito para aplicar medidas prácticas en la mejora de la educación.